David tiene 31 años. Y confiesa que su adicción a la marihuana viene de lejos. “Ya en al Universidad fumaba antes de entrar a clase. Al principio no me afectaba. Terminé mi carrera, monté dos empresas… Pero, durante la pandemia, se me fue de las manos. Fumaba y fumaba, hasta que decidí dejarlo. Me estaba aislando socialmente y había dejado de hacer deporte. Solo quería terminar de trabajar para ir a casa a fumarme un porro. Prefería estar solo en un banco fumando, por ejemplo, que ver a mis amigos”, explica. Entonces, cayó en sus manos un artículo científico sobre cómo el CBD estaba ayudando a adictos al alcohol a desengancharse. Y pensó: “¿CBD para la adicción? ¿Por qué no podría funcionarme a mí…?”. Compró un aceite al 30% de CBD y algo de flor (“aunque prefiero el aceite”), y empezó su proceso de abandono de la versión más cuestionada del cannabis, la marihuana. “Hay días que lo llevo mejor y otros peor, pero, en general, estoy contento. Creo que el aceite de CBD me está ayudando a estar tranquilo, a descansar mejor. Y no tengo el insomnio que tenía cuando lo intenté dejar hace dos años”, apostilla: “Además, como he vuelto a hacer deporte, lo uso para la recuperación muscular, y tengo menos agujetas de lo que esperaba”.

Su historia no es un relato aislado. Uno de los estudios más significativos en este campo (CBD para la adicción) data de 2020. Según publicó un equipo de científicos en The Lancet Psychiatry, una dosis de entre 400 y 800 mg diarios de CBD redujo considerablemente la dependencia al THC de un grupo de 82 adictos, entre severos y moderados, a la marihuana. Los científicos sospechan que tiene que ver con el modo en que el CBD rompe el efecto ‘anticipo de la recompensa’, que es lo que lleva a los adictos a desear una droga, más que la recompensa en sí. El CBD también se ha asociado también con la reducción de los picos de ansiedad que provocan otras adicciones, como la de la heroína.

Algunos podrían preguntarse: ¿tiene sentido apartarse de la marihuana para recalar en un componente del cannabis? Esta respuesta, por supuesto, solo la puede facilitar un médico, a quien recomendamos visitar encarecidamente en caso de adicción a cualquier sustancia. Pero sí debemos tener claro que el CBD, a diferencia del THC, sustancia que se encuentra en la marihuana en dosis altas, no es psicoactivo, y que la OMS lo considera 100% seguro. El CBD, a diferencia de la marihuana, es legal en España. Y aunque tanto CBD como THC forman parte de la planta del cannabis, el primero se extrae del cáñamo industrial, con niveles de THC por debajo del 0.2%.

Desde Natural Total, te animamos a que, uses o no el CBD para la adicción, recurras siempre a una tienda con certificados europeos y analíticas de cada uno de sus productos. Este es otro consejo que nos aportan desde ProfesorCBD, la tienda online número 1 en España según la revista Forbes: apostar por los e-commerce transparentes, que no ocultan ingredientes ni intentan trampear con ellos. “Por ejemplo, no es lo mismo aceite de cáñamo que aceite de CBD: el segundo tiene muchos más beneficios», nos cuentan. Y mejor optar por producto ecológico y nacional: ya que estás cuidando de tu salud, no te olvides de la del planeta.

Los formatos más habituales de CBD son la flor, el aceite, el e-liquid y la crema. Los estudios e investigaciones relativos a la adicción se han hecho con los tres primeros. El uso tópico no ha mostrado efectividad en ese campo. Lo que no quita que a nuestro entrevistadole vendría fenomenal tratar sus recién estrenadas agujetas con un gel de efecto calor rico en cannabidiol (sentimos predilección por el de hakuna OIl). ¡Fuerza, David! Ya está hecho, : ).

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