Como sucede con todas las cosas interesantes de la vida, del CBD se habla y escribe mucho. El problema reside en que no siempre se hace desde el rigor o la veracidad. Se mezclan mitos con cosas ciertas, o se lanzan medias verdades. Te ayudamos a distinguir lo uno de lo otro en esta guía para consumidores informados. Que hablen los estudios… y los demás escuchamos.

 1. «El CBD coloca». Esto es falso, según se indica en el amplio informe de la OMS de 2018. La diferencia entre el CBD y el TCH reside en la manera en la que nuestro cuerpo reacciona ante ellos. Ambos cannabinoides interactúan con los receptores CB1, que se encuentran localizados tanto en el cerebro como en nuestro sistema nervioso central. El THC se une a ellos y, una vez conectados, los estimula. El CBD, por el contrario, se considera un “antagonista” de esos receptores, según un estudio de British Journal of Pharmacology: Según otro de la Universidad de Sao Paulo de 2011, esto puede tener efectos ansiolíticos pero no psicoactivos. Sin embargo, sí que está probado que entre los efectos del cannabidiol (CBD) se encuentra el de mejorar los sistemas de serotonina del cerebro (5-HT1). La serotonina es la molécula, naturalmente presente en nuestro organismo, que nos hace ser felices, mantener la concentración y disminuir la ansiedad. Según este estudio de la revista Physiological Reviews, el CBD podría ayudar a aumentar el efecto de la serotonina en los consumidores.

2. «Todos los productos de aceite de CBD son iguales». Este es otro mito que merece ser desterrado, ya que su calidad depende del tipo de cáñamo y la manera en la que se extrae el CBD. Este se saca de las flores de la planta de cáñamo con técnicas destinadas a aislar y concentrar los fitoquímicos presentes en la resina de los cogollos para poder aprovechar sus cualidades terapéuticas.

 

ACEITE DE CBD.
Hay tres tipos de aceites de CBD, según la variedad de sustancias naturales que contengan.

 

Existen tres tipos diferenciados de aceites de CBD:

  • Aceite de CBD isolado, que solo contiene CBD. Su mayor ventaja es que no contiene THC ni ningún otro compuesto presente en la planta de cannabis.
  • Aceite de CBD de amplio espectro, que contiene cannabinoides y toda la gama de compuestos del cannabis menos el THC psicoactivo.
  • Aceite de CBD de espectro completo, que contiene todos los compuestos naturales que existen en la planta de cannabis, incluyendo los cannabinoides, los terpenos y los flavonoides.

3. «El CBD se usaba ya en medicina tradicional». Verdadero. El CBD es uno de los elementos que se extraen del cáñamo y se ha venido utilizando durante siglos en Egipto, Europa, China y Japón. Tradicionalmente, el cáñamo ha servido como remedio natural que ayudaba a controlar la ansiedad, el insomnio y los dolores menstruales, entre otras dolencias. Las semillas de cáñamo, además, son un ingrediente que se puede añadir a recetas a la manera de frutos secos y suponen un alimento interesante a nivel nutricional, ya que contienen proteínas y ácidos grasos esenciales beneficiosos para nuestro organismo.

4. «Un poco de CBD es suficiente para sentir sus efectos». Esta afirmación se encuentra a medio camino entre el mito y la realidad, ya que la dosis de cannabidiol que necesitas para sentir sus efectos, así como los que experimentarás, varían ligeramente entre personas, según indica la OMS en su investigación de 2018. La posología recomendada para cada caso depende de distintos factores, entre los que destacan la forma en la que se utiliza, el uso que se persigue, el peso del sujeto y su metabolismo. Aunque en España no se recomienda su consumo oral, en otros países sí que se ingiere para beneficiarse de algunas de sus características, no solo con fines terapéuticos, sino también para el cuidado del cuerpo. Para tener clara la dosis de CBD adecuada en cada caso, hay que entender el porcentaje de CBD que contiene el aceite, así como las cualidades físicas de la persona que lo va a consumir, pero también la frecuencia de su uso. No obstante, en consumidores que no lo han probado antes se recomienda empezar con una dosis baja y luego ir aumentando a lo largo del tiempo si no se logran los efectos deseados, ya que la manera en la que el CBD actúa en el organismo variará con el transcurso de los días y no es inmediata.

5. «El CBD y el cáñamo son legales». Verdad. Muchos productos de CBD que no contengan más del 0,2% de THC son legales para su venta en la Unión Europea.

6. «El CBD es adictivo». Error. Como ya hemos explicado, el cannabidiol no contiene THC, que es la sustancia que afecta a tu cerebro y que puede hacer que llegues a engancharte a él. Los productos que contienen CBD no presentan los efectos psicoactivos del anterior, según indica la OMS en su estudio de 2018, por lo que no se crean hábitos de consumo en torno a él. Es más, el NIH está estudiando su uso para ayudar a las personas adictas a desengancharse de otras sustancias debido a su efecto de reducción de ansiedad, que según su estudio se seguía notando hasta meses después de dejar el CBD.

7. «Aunque el CBD no te coloca, puede provocar una sensación de bienestar». Cierto en parte. Aunque el CBD no es psicoactivo, tal y como indican los estudios de la OMS, sí que puede mejorar tu sensación de bienestar, del mismo modo que sucede cuando estás con una persona a la que quieres, cuando te das un baño de burbujas o tomas chocolate. El CBD aumenta el efecto de la serotonina y de la anandamida, que ya están presentes en tu sangre y que te proporcionan una sensación de bienestar y tranquilidad pero sin colocarse, como sucedería con el THC.

8. «Se pueden tener sobredosis de CBD». Es realmente complicado. Los humanos toleramos grandes dosis de CBD, ya que tu propio cuerpo produce endocannabinoides de forma natural a través del sistema endocannabinoide. Los productos con CBD imitan las moléculas que produces de manera natural y aumentan sus efectos sobre tu organismo. El estudio de la OMS de 2018 indica que las personas toleran bien esta sustancia incluso en dosis de 1.500 mg diarios. Si quien está usando el CBD es tu mascota (hay aceites específicos para ellos), debes estar tranquilo, porque en animales se manejan datos similares, ya que su sistema endocannabinoide es similar al nuestro. No obstante, si crees que has tomado demasiado aceite de CBD, te sugerimos que lo consultes con tu médico o farmacéutico.

9. «Si tomas CBD puedes dar positivo en un control antidrogas». No va a pasar. El uso del CBD no está penalizado en las leyes de España porque no es una sustancia psicoactiva. Además, las pruebas de detección de drogas buscan solo cinco sustancias concretas, que son cocaína, metanfetaminas, anfetaminas, opiáceos y THC. Si el producto de CBD no tiene una cantidad superior al 0,2% de THC, no deberían encontrar restos en tu organismo.

10. «No hay estudios clínicos sobre el consumo de CBD». Falso. Según la OMS, “se ha demostrado que es un tratamiento eficaz para la epilepsia”. En ese mismo informe se indica que hay “evidencia preliminar” en diversas dolencias, incluyendo dolor, ansiedad y depresión. Es cierto que algunos de los estudios sobre CBD aún no se han llevado a cabo en humanos o se han realizado inyectando dosis de CBD en las células, cosa que difiere de la manera habitual de su consumo. No obstante, ya hay bastante bibliografía clínica que indica beneficios sobre nuestro organismo y en el tratamiento de diferentes dolencias.

11. «El CBD no es seguro». También falso. En 2017, un informe muy exhaustivo de la OMS ya declaró que el cannabidiol es seguro y tiene una alta tolerancia en humanos y no se asocia a efectos perniciosos sobre su salud. Además, tampoco se constató ningún potencial adictivo o que causara dependencia en esta sustancia. Ese mismo año, la Agencia Mundial Antidopaje sacó al cannabidiol de su lista de sustancias prohibidas. Ahora mismo hasta los atletas pueden usar productos de CBD durante sus competiciones, siempre que, como mucho, contengan solo trazas de THC.

12. «El CBD provoca somnolencia». No es del todo así. Aunque hay estudios que indican que el cannabidiol favorece la calidad del descanso debido a un efecto ansiolítico que permite la relajación cuando llega la hora de dormir, se sabe que, en todo caso, su consumo permite seguir haciendo vida normal y no interfiere en la toma de decisiones, la conducción ni en el manejo de maquinaria pesada. De hecho, hay investigaciones sobre su potencial para usarse como fármaco para retrasar la hora del sueño.

13. «El CBD puede ayudarte a reducir ciertos tipos de dolor». Eso parece. Un estudio del European Journal of Pain señaló que aplicar el cannabidiol de forma tópica puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación producida por la artritis. Otro estudio mostró que el mecanismo por el cual el CBD inhibe el dolor es inflamatorio y neurológico.